La ashwagandha es una planta que se ha utilizado desde tiempos históricos en lugares como la India por sus múltiples beneficios. Te contamos lo que tienes que saber y te damos los mejores tips para que incluirla en tu vida te resulte súper fácil. ¡Sigue leyendo!
La ashwagandha es una hierba adaptógena que ha sido utilizada por muchos años en la Ayurveda (una rama de la medicina herbal hindú). Por sus características adaptógenas es conocida por ser un eficiente moderador del estrés y la ansiedad.
La ashwagandha ha sido utilizada tradicionalmente para ayudar al sistema inmunológico a sanar después de una enfermedad. Actualmente se usa para tratar muchas condiciones más como: artritis, depresión, insomnio, asma, bronquitis, dolor muscular y enfermedades del hígado. A lo largo de los años esta hierba ha sido investigada y hoy en día existen numerosos estudios que la califican como un superalimento en todas sus características.
De las favoritas
Una de las características más estudiadas y enaltecidas de esta hierba es su relación con el cortisol en nuestro cuerpo. Se ha demostrado en múltiples estudios que cuando una persona tiene un nivel de cortisol muy alto, consumir ashwagandha le ayuda a bajarlo (y viceversa cuando sus niveles son muy bajos). Esta es una característica de los adaptógenos, pero especialmente de la ashwagandha, que ayuda a tu cuerpo a recuperar un balance.
Además, estudios han confirmado estos otros beneficios de la ashwagandha:
- Incrementa la resistencia. Si eres un atleta de alto rendimiento o disfrutas mucho de correr, la ashwagandha te ayuda a tener un rendimiento más óptimo y hace más fácil la recuperación de tu cuerpo.
- Reduce la ansiedad. Esta es una manera natural de ayudarte a controlarla y reducir estos sentimientos de angustia o de sentirte completamente abrumado.
- Es buena para la tiroides. Se adapta para mantener tu cuerpo en balance y ayuda en el tratamiento del hipertiroidismo.
- Mejora tu humor. No solo en cuanto a ansiedad y depresión, también te mantiene en un estado de serenidad por más tiempo.
- Es buena para la salud cerebral. Al mantener las hormonas en un balance adecuado ayuda con enfermedades como Parkinson, artritis, y es eficaz para afinar la concentración.
¿Efectos secundarios?
Como cualquier suplemento que introduzcas en tu alimentación, es recomendable que consultes a un médico certificado antes y te sepa guiar por el mejor camino.
Generalmente la ashwagandha no es un suplemento que se consuma a largo plazo por lo que sus resultados en este caso son desconocidos. Se recomienda que su uso no sea prolongado y hacerlo de manera eventual.
Algunos efectos secundarios pueden ser vómito y diarrea. Si tienes un estómago muy sensible procura empezar poco a poco y consulta a tu médico si sientes cualquier molestia.
¿Cómo empezar a consumirla?
Empezar con la ashwagandha es muy sencillo. Puedes encontrar polvo de ashwagandha en Green Republic y también muchos productos que la incluyen, como los tés Moon Tonic. La presentación en polvo es ideal para añadirla a tus bebidas y smoothies, las píldoras de ashwagandha puedes consumirlas como suplemento una o dos al día con una dieta balanceada.
Te pasamos una receta súper fácil de hacer para que disfrutes de un delicioso té de ashwagandha con leche y cardamomo.
Necesitas:
- ½ taza de leche de almendras
- 1/3 cucharadita de ashwagandha en polvo (procura usar muy poca ya se su sabor es muy intenso y puede resultar desagradable si usas demasiada)
- 1 cucharada de miel
- ½ taza de agua
- 1 cucharadita de cardamomo
Hierve todos los ingredientes a fuego lento a excepción del cardamomo. Una vez que esté hirviendo y se haya reducido un poco el volumen, agrega el cardamomo. Bébelo mientras esté caliente.
No por nada esta hierba ha sido utilizada por miles de años, no esperes más y empieza a incluirla en tu alimentación. Te traerá muchos beneficios y es un gran adaptógeno que le dará a tu cuerpo el balance que necesita.